A veces me cuestiono demasiado, a veces todo me da igual. Hay días en que muero por que ese chico me hable, y otros en los que me da bronca que lo haga. Nunca coinciden, el día en que quiero que me hable, él no aparece por ningún lado, y, el día en que se le ocurre hablarme y dar señales de vida, es justo el día en que no quiero saber de él.
El destino juega lindo, juega que da bronca. Hoy muero porque él me hable, pero no. Él me habló antes de ayer. De todas formas, si él me hablara ahora también lo odiaría, de seguro. Porque me da bronca que después de tanto tiempo salga de la nada a preguntar sobre mi vida. ¿Y a vos qué carajo te importa flaco? No te importé cuando tenía que importarte, ¿qué mierda haces preguntando ahora? ¡ANDA A CAGAR CHABÓN! Pero, obvio, por otro lado, el flaco me puede. Me lastimo, me defraudó, me decepcionó, me usó, etc. Pero yo lo quiero, y no por nada hice lo que hice.Él lo tiene bien claro eso, supongo yo. Ya lo sé, igual, la próxima vez que me hable, tengo que cortarle el rostro, esta dicho. Ahora hay que ver que tanta fuerza de voluntad tengo para esto... Ya lo voy a olvidar.