por a m o r al ARTE

Cada día más. Sigo equivocándome como si no supiera qué estoy haciendo; como si no supiera que es solo hundirme un poco más cada vez. Soy consiente de que, con cada beso, mi cariño aumenta. Soy consiente de que él no tiene mayor interés de que esto sea nada más que esto. Y además me voy, ¿cuándo lo voy a volver a ver? ¿c u á n d o? ¿cuándo voy a poder hablar posta con él? Porque, intentarlo, lo intenté. Pero él no me dejó. Me calló. Con un beso, claro, y así mi mente quedó en blanco. Ahora sabe, ahora soy vulnerable ante sus ojos, y quién sabe ante los ojos de cuántos más también. Tengo miedo. No quiero perderlo. Aunque, no puedo perder lo que no tengo...